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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Martes 10 de enero de 2023 - 1ª semana del Tiempo Ordinario

TEXTOS

Carta a los Hebreos 2,5-12
Hermanos: Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras: "¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que mires por él? Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, todo lo sometiste bajo sus pies." En efecto, puesto a someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no vemos todavía que todo le esté sometido. Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia de Dios, ha padecido la muerte para bien de todos. Dios, para quien y por quien existe todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud de hijos a la gloria, perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación. El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: "Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré."

Salmo 8
"Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos."

¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos. R.
Todo lo sometiste bajo sus pies: rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R.

Evangelio según San Marcos 1,21-28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios." Jesús lo increpó: "Cállate y sal de él." El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen." Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.


COMENTARIO

En nuestra sociedad en la que levantamos barreras y muros y ponemos distancias de los demás, una sociedad de relaciones digitalizadas y despersonalizadas, somos tentados/as a la apatía y el aislamiento, al olvido de la solidaridad y del cuidado mutuo.

Bajo tal realidad, ¿qué tenemos que ver con quienes nos rodean?

El evangelio de Marcos responde la pregunta con un Jesús comprometido y atento a su prójimo. Jesús entra en la sinagoga de Cafarnaúm y escucha una voz que pregunta: «¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret?» Inmediatamente, Jesús libera al hombre del espíritu inmundo, restituyéndole su libertad y su consciencia y devolviéndolo a su familia y comunidad.

Jesús responde con compromiso solidario y rechaza la tentación de ignorar las palabras del hombre poseído. El acto de Jesús modela la actitud que se espera de la persona creyente: el cristiano no puede cerrar ojos, oídos, ni manos ante su prójimo necesitado.

Crear comunidad y reino de Dios en una sociedad que nos aísla, separa y deshumaniza es el gesto-respuesta que expresa nuestra responsabilidad con quienes sufren a nuestro alrededor.