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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Martes 17 de enero de 2023

TEXTOS

Carta a los Hebreos 6,10-20
Hermanos: Dios no es injusto para olvidarse de vuestro trabajo y del amor que le habéis demostrado sirviendo a los santos ahora igual que antes. Deseamos que cada uno de vosotros demuestre el mismo empeño hasta el final, para que se cumpla vuestra esperanza, y no seáis indolentes, sino imitad a los que, con fe y perseverancia, consiguen lo prometido. Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a nadie mayor por quien jurar, juró por sí mismo, diciendo: "Te llenaré de bendiciones y te multiplicaré abundantemente." Abrahán, perseverando, alcanzó lo prometido. Los hombres juran por alguien que sea mayor y, con la garantía del juramento, queda zanjada toda discusión. De la misma manera, queriendo Dios demostrar a los beneficiarios de la promesa la inmutabilidad de su designio, se comprometió con juramento, para que por dos cosas inmutables, en las que es imposible que Dios mienta, cobremos ánimos y fuerza los que buscamos refugio en él, asiéndonos a la esperanza que se nos ha ofrecido. La cual es para nosotros como ancla del alma, segura y firme, que penetra más allá de la cortina, donde entró por nosotros, como precursor, Jesús, sumo sacerdote para siempre, según el rito de Melquisedec.

Salmo 110
"El Señor recuerda siempre su alianza."

Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. R.
Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente. Él da alimento a sus fieles, recordando siempre su alianza. R.
Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza, su nombre es sagrado y temible. La alabanza del Señor dura por siempre. R.

Evangelio según San Marcos 2,23-28
Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" Él les respondió: "¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros." Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado."


COMENTARIO

La palabra “religión” –del latín religare– describe los medios que utilizamos para acercarnos y conectarnos con lo sagrado. Nuestras prácticas religiosas deben llevarnos a la comunión con Dios y a la construcción celebrativa de su proyecto liberador. Pero en muchos momentos nuestras prácticas religiosas no generan comunión ni celebración, sino que se convierten en cargas pesadas que nos agobian y alejan de la construcción del Reino.

Algo similar vivió Jesús ante la crítica de los fariseos por arrancar espigas para comer en sábado. Ante la denuncia de haber hecho algo prohibido, Jesús les recuerda que los mandatos de Dios están en función de la necesidad de las personas, y que el comer, fuente de sustento y bienestar, es más importante que el cumplimiento de un rito o celebración que no defiende ni cuida de la vida.

Los actos de justicia, de cuidado del prójimo y de atención al sufrimiento, también son prácticas religiosas que hacen presente el Reinado de Dios.

¡Una práctica religiosa verdaderamente cristiana construirá necesariamente relaciones justas!