San Gil (o Egidio)
San Gil, también llamado Egidio, fue un ermitaño y abad de origen griego, que peregrinó a Roma, donde se hizo religioso y finalmente se estableció en la región de Nimes, de la Galia Narbonense (hoy Francia), donde fundó un monasterio.
Su culto fue conocido y extendido por toda Europa durante la Edad Media.
Lo que las devociones populares cuentan de su vida resaltan su bondad cristiana, su misericordia, la delicadeza que demostraba con los pecadores y la llamada a la conversión.
Los abundantes peregrinos de Santiago le pedían ayuda contra el miedo y las madres recurrían a él cuando sus hijos eran presa de terrores nocturnos o sufrían pesadillas.