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Áreas Pastorales: Instituciones - Apostolado de la Oración - Oraciones Católicas
Padre Nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.


Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo;
bendita tú eres entre todas la mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.


Credo

Creo en Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Vírgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.


Credo de Nicea-Constantinopla

Creo en un sólo Dios,
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y
por nuestra salvación bajo del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe
una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una,
santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.


Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.


Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia;
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A tí llamamos los desterrados hijos de Eva;
a tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
¡Ea!, pues, Señora abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén


Ofrecimiento a la Virgen María

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A tí, celestial princesa,
Virgen sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.


El Angelus

V. El ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió del Espíritu Santo.

V. Dios te salve, María llena eres de gracia. El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas la mujeres,y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.

V. Dios te salve, María llena eres de gracia. El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas la mujeres,y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

V. El Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

V. Dios te salve, María llena eres de gracia. El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas la mujeres,y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

V. Oremos:
Te pedimos, Señor, infundas tu gracia en nuestras mentes,
para que los que hemos conocido por el mensaje del ángel
el misterio de la encarnación de tu Hijo,
seamos conducidos a la gloria de la resurrección,
por los méritos de su cruz y pasión.
Por el mismo Cristo nuestro Señor
Amén.

V. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
R.Como era en el principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Amén. Amén.


Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo
Y envía desde el cielo
Un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres.
Ven a darnos tus dones,
Ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad,
Dulce huésped del alma,
Suave alivio de los hombres.
Tú eres descanso en el trabajo,
Templanza en las pasiones,
Alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu santa luz
En lo más íntimo
Del corazón de tus fieles.
Sin tu ayuda divina
No hay nada en el hombre,
Nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas,
Riega nuestra aridez,
Cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza,
Elimina con tu calor nuestra frialdad,
Corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles
Que confían en Ti,
Tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud,
Salva nuestras almas,
Danos la alegría eterna.
Amén. Aleluia.