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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Lunes 12 de junio de 2023 - 10ª semana del Tiempo Ordinario

TEXTOS

Carta II de San Pablo a los Corintios 1,1-7
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y el hermano Timoteo, a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los santos que residen en toda Acaya: os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. ¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporción nuestro ánimo. Si nos toca luchar, es para vuestro aliento y salvación; si recibimos aliento, es para comunicaros un aliento con el que podáis aguantar los mismos sufrimientos que padecemos nosotros. Nos dais firmes motivos de esperanza, pues sabemos que si sois compañeros en el sufrir, también lo sois en el buen ánimo.

Salmo 33
"Gusten y vean qué bueno es el Señor."

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él R.

Evangelio según San Mateo 4,25-5,12
En aquel tiempo, seguían a Jesús grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: "Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros."


COMENTARIO

Nos encontramos de frente al mensaje central de Jesús. Delante de la ética que le da sentido al Reino que anunció. Jesús presenta la norma de vida que ha de regir a su comunidad, a sus seguidores. Estamos delante de las Bienaventuranzas. Esta propuesta de Jesús, tantas veces olvidada, sigue vigente. El mundo necesita otra lógica. La historia necesita otra manera de comprenderse a sí misma. Jesús apunta a lo esencial y exige una transformación profunda de la conciencia.

El que vive libre de las estructuras de este mundo y que tiene a Dios por Rey, quien trabaja por la paz de manera decidida, quien lucha por la justicia sin el miedo de ser perseguido y calumniado, quien es limpio de corazón… este es el hombre o la mujer que entra en la lógica de Jesús. Todo bautizado, sin excepción, está invitado a ser bienaventurado. No es una tarea fácil.

¿Estamos viviendo en la lógica de Jesús? ¿Somos en el mundo alternativa y para el mundo fermento, según la propuesta del Maestro?