Jueves 3 de agosto de 2023
TEXTOS
Libro del Éxodo 25,8-9;40,16-21.34-38
En aquellos días, Yavé habló a Moisés, diciendo: "Hazme un santuario, y habitaré en medio de ellos. Os ajustaréis a cuanto voy a mostrarte como modelo del santuario y de todos sus utensilios." Moisés hizo todo ajustándose a lo que el Señor le había mandado. El día primero del mes primero del año segundo fue construido el santuario. Moisés construyó el santuario, colocó las basas, puso los tablones con sus trancas y plantó las columnas; montó la tienda sobre el santuario y puso la cubierta sobre la tienda; como el Señor se lo había ordenado a Moisés. Colocó el documento de la alianza en el arca, sujetó al arca los varales y la cubrió con la placa. Después la metió en el santuario y colocó la cortina de modo que tapase el arca de la alianza; como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
Entonces la nube cubrió la tienda del encuentro, y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no pudo entrar en la tienda del encuentro, porque la nube se había posado sobre ella, y la gloria del Señor llenaba el santuario. Cuando la nube se alzaba del santuario, los israelitas levantaban el campamento, en todas las etapas. Pero, cuando la nube no se alzaba, los israelitas esperaban hasta que se alzase. De día la nube del Señor se posaba sobre el santuario, y de noche el fuego, en todas sus etapas, a la vista de toda la casa de Israel.
Salmo 83
"¡Qué deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!"
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos: tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre. Dichosos los que encuentran en ti su fuerza; caminan de baluarte en baluarte. R.
Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir con los malvados. R.
Evangelio según San Mateo 13,47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí." Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo." Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
COMENTARIO
El reino de Dios y el Dios del reino es inclusivo, no elitista, no es el Dios de una minoría selecta que practica un religión alienante. El Dios de Jesús, es universal, que recoge a gentes de diferentes culturas, razas, religiones. El Dios del reino está contra las exclusiones que hemos inventado en la historia, creyéndonos los únicos.
La red del reino es abarcadora. Está por la tolerancia y el respeto, está por la bondad y hace fiesta por el pecador que regresa a casa. La red del reino recoge hasta la basura humana con la intención de incluirla en esta aventura de humanización de la historia. Lo perdido, lo extraviado forma parte del reino, también caben en esa red los mendigos de la historia que encontramos por los caminos, postrados y ciegos. Esta es una sabiduría antigua que está escondida entre los tesoros de la casa. Jesús tiene el mérito de resucitar esta espiritualidad de los orígenes.
La parábola significa una fuerza que debe movilizar la iglesia hacia otro modelo más samaritano, y de puertas abiertas.
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