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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Viernes 25 de agosto de 2023

TEXTOS

Libro de Rut 1,1.3-6.14b-16.22
En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país, y un hombre emigró, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la campiña de Moab. Elimelec, el marido de Noemí, murió, y quedaron con ella sus dos hijos, que se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero, al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos. Al enterarse de que el Señor había atendido a su pueblo dándole pan, Noemí, con sus dos nueras, emprendió el camino de vuelta desde la campiña de Moab. Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí. Noemí le dijo: "Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios. Vuélvete tú con ella." Pero Rut contestó: "No insistas en que te deje y me vuelva. Donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo es el mío, tu Dios es mi Dios." Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, volvió de la campiña de Moab. Empezaba la siega de la cebada cuando llegaron a Belén.

Salmo 145
"Alaba, alma mía, al Señor."

Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él. R.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. R.
El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos. El Señor guarda a los peregrinos. R.
Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

Evangelio según San Mateo 22,34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?" Él le dijo: "'Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.' Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: 'Amarás a tu prójimo como a ti mismo.' Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas."


COMENTARIO

La experiencia religiosa de Jesús hace inseparables la fe en Dios y la ética. La mejor prueba, la encarnación de Dios. Dios se hizo carne humana. Ya no hay huida posible. Nosotros quisiéramos ver a Dios lejos y quedar tranquilos con los rezos y ritos, pero al hacerse carne humana está cerca. No hay manera de querer convertir la religión en sólo prácticas de culto, en ritos, rezos, sin preocuparse del dolor humano. Por eso ante la pregunta maliciosa de los fariseos sobre el primer mandamiento, Jesús piensa que está mal estructurada o tiene doble intención. Jesús va a corregirla respondiendo magistralmente.

Hay que reformular la pregunta. Si no lo hacen los maliciosos fariseos, lo hará Jesús con su respuesta. Por eso Jesús une los dos mandamientos en su respuesta. Y esta es la síntesis de la ley y los profetas, es decir de todo el primer testamento. Aquellos diez mandamientos con un código bello en tiempo de Jesús se convirtieron en una selva de obligaciones y prohibiciones como una trampa para huir de lo esencial.