Miércoles 13 de septiembre de 2023
TEXTOS
Carta de San Pablo a los Colosenses 3,1-11
Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuancia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. Esto es lo que atrae el castigo de Dios sobre los desobedientes. Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio, deshaceos de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos.
Salmo 144
"El Señor es clemente y misericordioso."
Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza. R.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad. R.
Evangelio según San Lucas 6,20-26
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas."
COMENTARIO
El ser humano sólo puede tomar dos caminos. El engañoso camino de lo que brilla y nos dicen que es el éxito: el placer, el dinero y el poder. Este camino Jesús lo lamenta porque aunque nos motiva y lo deseamos a toda costa, con el tiempo, nos damos cuenta de que no es capaz de ofrecernos lo que esperábamos, y la experiencia lo demuestra. El otro camino es el que Jesús ha recorrido y nos invita a vivirlo siendo fieles a su proyecto del Reino que es el camino del amor, centrar nuestros esfuerzos y “éxitos” en acompañar al otro, a quienes vemos como hermano. Personas que no han permanecido egoístamente aferrados a su propio yo; que no esperan nada del mundo, sino que lo esperan todo de Dios; que con su existencia subrayan la actitud de servicio, de disponibilidad amorosa porque confían plenamente en que Dios los consolará, los saciará.
Las bienaventuranzas son una promesa de felicidad y vida eterna.
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