Sábado 30 de septiembre de 2023
TEXTOS
Carta II de San Pablo a Timoteo 3,14-17
Querido hermano: Tú permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.
Salmo 118
"Enséñame, Señor, tus preceptos."
¿Cómo un joven llevará una vida honesta? Cumpliendo tus palabras. R.
Yo te busco de todo corazón: no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.
Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. R.
Tú eres bendito, Señor: enséñame tus preceptos. R.
Yo proclamo con mis labios todos los juicios de tu boca. R.
Me alegro de cumplir tus prescripciones, más que de todas las riquezas. R.
Evangelio según San Mateo 13,47-52
Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?" "Sí", le respondieron. Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo."
COMENTARIO
Jesús, en su intento de ser bien entendido, instruye a sus oyentes con una escena sacada de la vida diaria de aquella sociedad, donde muchos eran pescadores.
El punto fuerte de esta parábola está en la selección de la pesca. Los peces buenos se recogen en cestos y los malos se tiran. La imagen que presenta Jesús es, sin dudas, sobre el día del juicio. En ese día habrá una decisión sobre quienes se salvarán.
Pero ese juicio no le corresponderá a los hombres, sino a Dios.
Seguramente ya podemos ir adelantando en nuestras propias vidas. Se trata de que descubramos aquello que está de más, aquello de lo cual podemos ir desprendiéndonos, ir tirando, ir dejando fuera.
¿Cómo entiendes tu fidelidad al Señor? ¿Qué implica seguir a Jesús?
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