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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Sábado 21 de octubre de 2023

TEXTOS

Carta de San Pablo a los Romanos 4,13.16-18
Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: "Te hago padre de muchos pueblos."
Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: "Así será tu descendencia."

Salmo 104
"El Señor nunca olvida sus promesas."

¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios, él gobierna toda la tierra. R.
Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R.
Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo. R.

Evangelio según San Lucas 12,8-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir."


COMENTARIO

Sabemos que el Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, es el fruto del amor del Padre y del Hijo. El Espíritu Santo es, por tanto, amor, luz, sabiduría, verdad, fortaleza y esperanza.

El Espíritu Santo de Dios actúa en el interior de la persona del creyente iluminándolo y fortaleciéndolo para vivir con gozo y paz el seguimiento de Jesús, la pasión por el Reino de Dios y sea luz para muchas personas. Eso es lo que llamamos el "testimonio". Mostrar la figura de Jesús a través de nuestra vida. Negar el Espíritu Santo es negar el amor de Dios y el amor a Dios.

Hay muchos creyentes, incluso no creyentes aparentemente, que han hecho resplandecer en su vida cotidiana la luz, la verdad y el amor del Espíritu Santo. Pero, lamentablemente, también hay creyentes que opacan al Espíritu Santo con sus maneras de proceder.

Oremos para que el Señor nos siga dando continuamente la luz del Espíritu Santo para que la hagamos resplandecer en nuestro mundo