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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Martes 12 de diciembre de 2023

TEXTOS

Libro de Isaías 7,10-14.8,10
Una vez más, el Señor habló a Ajaz en estos términos: «Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas». Pero Ajaz respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor.» Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?. Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel.
Hagan un proyecto: ¡fracasará! Digan una palabra: ¡no se realizará! Porque Dios está con nosotros.

Salmo 66
"El Señor tenga piedad y nos bendiga."

El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R.
Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. La tierra ha dado su fruto. R.
El Señor, nuestro Dios, nos bendice. Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R.

Evangelio según San Lucas 1,39-48
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".


COMENTARIO

Lucas presenta a dos mujeres embarazadas con sus respetivos niños como símbolo del Dios generador de la vida.

María e Isabel forman la nueva familia que nace de la escucha de la Palabra transformada en servicio. Estas dos mujeres llenas del Espíritu de Dios, son bendecidas por ser fieles a la acción del Espíritu Santo. Dios actúa de una manera única y maternal en estas dos mujeres para anunciar que el Dios de Israel sigue visitando a su comunidad.

María ha acompañado a la comunidad y a la Iglesia en los momentos difíciles de su historia. Ante tantos símbolos de muerte que experimentan las mujeres, necesitamos escuchar nuevamente el saludo de María y la voz de Isabel que anuncien y afirmen que ¡Dios nos sigue visitando!

Hoy más que nunca debemos regocijarnos en el Dios de María e Isabel para seguir celebrando que Dios sigue cumpliendo su Palabra. La presencia de María e Isabel debe ser motivo de fortaleza de que Dios nunca nos abandona, y sobre todo de que Dios es fiel a su promesa de amor.