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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Jueves 4 de enero de 2024

TEXTOS

Carta I de San Juan 3,7-10
Hijos míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.

Salmo 97
"Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios."

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R.
Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.
Al Señor, que llega para regir la tierra. Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud. R.

Evangelio según San Juan 1,35-42
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: "Éste es el Cordero de Dios." Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: "¿Qué buscáis?" Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" Él les dijo: "Venid y lo veréis." Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: "Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)."


COMENTARIO

Se recuerda con agrado aquellas experiencias de encuentro y compartir. Recuerdo campamentos juveniles en los que compartíamos experiencias, aventuras, trabajos y proyectos. Rostros de personas quedan grabados. La experiencia del encuentro, de la relación interpersonal, de la vivencia y convivencia son acontecimientos imborrables en nuestra vida. Algo parecido debió ocurrirle a los primeros discípulos del Señor. Se llenan de curiosa inquietud ante la personalidad fascinante y atrayente del maestro hasta el punto que abandonan a su antiguo maestro Juan para irse tras Jesús. Y a la pregunta de dónde vives, la respuesta simple pero sugerente: vengan y vean. Y se quedaron con Él todo el día.

El evangelio no dice que hizo Jesús con ellos, podemos suponer que compartieron mucho, les enseñó su propuesta del Reino de Dios. Los enamoró de la propuesta. Seguramente compartieron también el alimento. Esta experiencia les llenó el corazón de luz y esperanza hasta el punto de invitar a otros a su seguimiento.

¿Has experimentado alguna vez el encuentro íntimo y cálido con el Señor Jesús?

¿Cómo propiciar experiencia de encuentro en tu comunidad?