Sábado 3 de febrero de 2024
TEXTOS
Libro I de los Reyes 3,4-13
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos. En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: "Pídeme lo que quieras." Respondió Salomón: "Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?" Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: "Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno."
Salmo 118
"Enséñame, Señor, tus leyes."
¿Cómo podrá un joven andar honestamente? Cumpliendo tus palabras. R.
Te busco de todo corazón, no consientas que me desvíe de tus mandamientos. R.
En mi corazón escondo tus consignas, así no pecaré contra ti. R.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes. R.
Mis labios van enumerando los mandamientos de tu boca. R.
Mi alegría es el camino de tus preceptos, / más que todas las riquezas. R.
Evangelio según San Marcos 6,30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
COMENTARIO
Los doce se han convertido en "apóstoles" y con resultados favorables, pues dice el texto "que los que iban y venían eran tantos..." y Jesús, solícito con ellos, entiende y nos invita a recordar, el necesario descanso dentro de las actividades en bien del Reino. Lo interesante de la narración es que no dice un lugar concreto, sólo habla de ir a un "paraje despoblado", pero sí habla de ir con una persona: ¡Jesús!
En nuestras ajetreadas vidas por conseguir lo necesario para nuestras familias es importante por salud espiritual, mental y física buscar espacios y tiempos de reposo donde recuperar fuerzas. Hoy se nos recuerda que tal vez el lugar será lo de menos cuanto estar en esos descansos junto a Jesús quien nos reanimará al estar cercanos a Él.
Es preciso, individual y comunitariamente, buscar, abrir, pelear tiempos y espacios diarios de oración con el Maestro, de reflexión sobre lo realizado en su Presencia.
¿Cuántas veces buscamos a Jesús que nos ofrece recuperar nuestras fuerzas gastadas?
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