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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Viernes 15 de marzo de 2024

TEXTOS

Libro de la Sabiduría 2,1a.12-22
Se dijeron los impíos, razonando equivocadamente: "Acechemos al justo, que nos resulta incómodo: se opone a nuestras acciones, nos echa en cara nuestros pecados, nos reprende nuestra educación errada; declara que conoce a Dios y se da el nombre de hijo del Señor; es un reproche para nuestras ideas y sólo verlo da grima; lleva una vida distinta de los demás, y su conducta es diferente; nos considera de mala ley y se aparta de nuestras sendas como si fueran impuras; declara dichoso el fin de los justos y se gloría de tener por padre a Dios. Veamos si sus palabras son verdaderas, comprobando el desenlace de su vida. Si es el justo hijo de Dios, lo auxiliará y lo librará del poder de sus enemigos; lo someteremos a la prueba de la afrenta y la tortura, para comprobar su moderación y apreciar su paciencia; lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues dice que hay quien se ocupa de él."
Así discurren, y se engañan, porque los ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios, no esperan el premio de la virtud ni valoran el galardón de una vida intachable.

Salmo 33
"El Señor está cerca de los atribulados."

El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo librará el Señor. R.
Él cuida de todos sus huesos, y ni uno solo se quebrará. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a él. R.

Evangelio según San Juan 7,1-2.10.25-30
En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: "¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene." Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: "A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado." Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.


COMENTARIO

Muchas personas religiosas parecen como poseídas por el inmediatismo del éxito y el materialismo. Entienden la grandeza en relación directa a la cuenta bancaria y lo ideal como dominar sobre los demás. ¿Es esto lo propio del ser cristiano?

No hay que engañarse. Es momento de ser proféticos, "justos", como dice el sabio del Primer Testamento, que no habla de ateos, sino de sus conciudadanos, a quiénes la vida virtuosa nada significa.

¿Somos personas éticas? La vida cristiana es virtuosa, por muchos conceptos; con todo, su característica más saliente quizá consista en volverse contracultural. En un mundo arrastrado por la moda, la tecnología, y fascinado por las voces que derriben alguna tradición, el que cree en Dios se siente ajeno y hasta extranjero en su casa. Entonces el espíritu cristiano recurre a la virtud, porque la convicción religiosa se plasma en una relación vital y personal con Dios; esta es su novedad. A partir de allí, mira con ojo críticamente ético las ofertas del mercado.

Un dios sin ética es una deidad muerta. Los cristianos somos hijos del Dios vivo.