Lunes 13 de mayo de 2024 - 7ª de Pascua
TEXTOS
Libro de los Hechos de los Apóstoles 19,1-8
Mientras Apolo permanecía en Corinto, Pablo, atravesando la región interior, llegó a Efeso. Allí encontró a algunos discípulos y les preguntó: "Cuando ustedes abrazaron la fe, ¿recibieron el Espíritu Santo?". Ellos le dijeron: "Ni siquiera hemos oído decir que hay un Espíritu Santo". "Entonces, ¿qué bautismo recibieron?", les preguntó Pablo. "El de Juan", respondieron. Pablo les dijo: "Juan bautizaba con un bautismo de penitencia, diciendo al pueblo que creyera en el que vendría después de él, es decir, en Jesús". Al oír estas palabras, ellos se hicieron bautizar en el nombre del Señor Jesús. Pablo les impuso las manos, y descendió sobre ellos el Espíritu Santo. Entonces comenzaron a hablar en distintas lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue luego a la sinagoga y durante tres meses predicó abiertamente, hablando sobre el Reino de Dios y tratando de persuadir a sus oyentes.
Salmo 67
"¡Se alza Dios!"
¡Se alza Dios! Sus enemigos se dispersan y sus adversarios huyen delante de él. Tú los disipas como se disipa el humo. R.
Como se derrite la cera ante el fuego, así desaparecen los impíos ante Dios. Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante de Dios y se llenan de alegría. R.
¡Canten a Dios! ¡Abranle paso al que cabalga sobre las nubes! Dios en su santa Morada. R.
Es padre de los huérfanos y defensor de las viudas: él instala en un hogar a los solitarios y hace salir con felicidad a los cautivos. R.
Evangelio según San Juan 16,29-33
Los discípulos le dijeron a Jesús: "Por fin hablas claro y sin parábolas. Ahora conocemos que tú lo sabes todo y no hace falta hacerte preguntas. Por eso creemos que tú has salido de Dios". Jesús les respondió: "¿Ahora creen? Se acerca la hora, y ya ha llegado, en que ustedes se dispersarán cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no, no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo".
COMENTARIO
Ayer, domingo, hemos celebrado la Solemnidad de la Ascensión del Señor al Cielo y así hemos iniciado le séptima y última semana del Tiempo Pascual que terminará el domingo que viene con la Solemnidad de Pentecostés, que completa la Cincuentena de Pascua.
En el día de hoy San Juan nos presenta los últimos versículos de los discursos de despedida de Jesús. Con la Pascua ya próxima y la actuación del Espíritu Santo los discípulos empiezan a comprender la verdadera identidad de Jesús, que antes estaba nublada por la incomprensión de ellos; Jesús es el Revelador, es el único intérprete de Dios, es el enviado del Padre, es el que ha bajado del cielo, es el que testimonia el amor de Dios y es quien ofrece la salvación al mundo.
La venida de Jesús del Padre y su vuelta a Él constituye un juicio sobre el mundo hostil y la salvación para los que creen en él. En definitiva, la misión del Hijo eterno del Padre es la clave de todo el evangelio según San Juan: el que cree en Él tiene la vida eterna y el que no cree ya está juzgado; así lo que decide la salvación o el juicio es el encuentro personal con Jesús.
En medio de nuestros hermanos, ¿cómo testimonio mi fe en Jesús? En medio del sufrimiento propio o de los demás ¿cómo puedo renovar mi fe en el Señor?
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