Home Contáctenos








Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Jueves 1 de agosto de 2024

TEXTOS

Libro de Jeremías 18,1-6
Palabra del Señor que recibió Jeremías: "Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra." Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero. Entonces me vino la palabra del Señor: "¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-. Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel."

Salmo 145
"Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob."

Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista. R.
No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar; exhalan el espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes. R.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él. R.

Evangelio según San Mateo 13,47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?" Ellos le contestaron: "Sí." Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo." Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.


COMENTARIO

El tiempo de Jesús estaba marcado por el exclusivismo y el elitismo, desde los romanos, los mismos griegos y hasta los judíos tenían grupos que ejercían su poder sobre los demás: el control político-militar para Roma, la sabiduría griega y el fanatismo religioso y legalismo del mundo judío creaban en todos esos grupos ciertas exigencias que segregaban y marginaban a otros por no compaginar en sus círculos.

Por su parte, Jesús ha venido enseñando que Dios no actúa así, Dios es un Padre que acoge a todos y, en especial, a los marginados de ese tipo de sociedades excluyentes. En consecuencia, la parábola presenta que Dios es como ese pescador que recoge todo tipo de peces; los buenos y los malos, no emplea métodos discriminatorios, en su oferta gratuita de salvación todos pueden ser atrapados en sus redes. Así pues, el evangelio nos detiene en analizar las lógicas y estructuras de este mundo tan desigual y excluyente, para hacer posible un Reino que sea igual para todos, sin distinción. En definitiva, un Reino que sea universal.