Lunes 21 de octubre de 2024
TEXTOS
Carta de San Pablo a los Efesios 2,1-10
Hermanos: Hubo un tiempo en que estabais muertos por vuestros delitos y pecados, cuando seguíais la corriente del mundo presente, bajo el jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Antes procedíamos nosotros también así; siguiendo los deseos de la carne, obedeciendo los impulsos de la carne y de la imaginación; y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación, como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos has hecho vivir con Cristo -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.
Salmo 99
"El Señor nos hizo y somos suyos."
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R.
Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.
"El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades." R.
Evangelio según San Lucas 12,13-21
En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?" Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno -ande sobrado, su vida no depende de sus bienes." Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: '¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.' Y se dijo: 'Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos anos; túmbate, come, bebe y date buena vida.' Pero Dios le dijo: 'Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?' Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios."
COMENTARIO
La idolatría de la economía no solo deshumaniza sino que va en contra del plan que Dios tiene para las personas.
Las herencias y el reparto de bienes han destruido familias numerosas. El deseo de acaparar implica privar a otros de la posibilidad de disfrutar de una vida digna, de esto quiere advertirnos Jesús.
En la Sagrada Escritura encontramos reglas establecidas para la distribución de herencias, con lo que se quería evitar la codicia, el evangelio queriendo sacar a la luz este tipo de comportamientos, nos permite ver el rostro de un Dios que tiene como principio el amor, la misericordia, la práctica de la equidad y justicia; el discípulo de Jesús no puede vivir pensando y actuando para sí, dejando de la lado la vida de familia y la construcción comunitaria. Estamos llamados en medio de este mundo envuelto por luces y sombras a ser signos visibles del Reino de Dios, constructores de una nueva humanidad, libre de la codicia, del deseo de lucro y del poder que destruye la vida humana.
¿Qué clase de tesoro estoy acumulando?
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