Lunes 25 de noviembre de 2024
TEXTOS
Libro del Apocalipsis 14,1-3.4b-5
Yo, Juan, miré y en la visión apareció el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Oí también un sonido que bajaba del cielo, parecido al estruendo del océano, y como el estampido de un trueno poderoso; era el son de arpistas que tañían sus arpas delante del trono, delante de los cuatro seres vivientes y los ancianos, cantando un cántico nuevo. Nadie podía aprender el cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los adquiridos en la tierra.
Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; los adquirieron como primicias de la humanidad para Dios y el Cordero. En sus labios no hubo mentira, no tienen falta.
Salmo 23
"Éstos son los que buscan al Señor."
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R.
Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Evangelio según San Lucas 21,1-4
En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el cepillo del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo: "Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás han echado de lo que les sobra; pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir".
COMENTARIO
El Evangelio presenta dos figuras: ricos que ofrendan grandes donativos producto de lo que les sobra y una viuda que ofrenda aquello que tiene para vivir. Jesús presenta a la mujer pobre como el modelo a seguir. Ella se constituye en la imagen verdadera de lo que significa asumir y vivir en coherencia a la persona de Jesús y su propuesta de humanización.
Para Jesús los pobres, los excluidos, los que no cuentan para el sistema social y religioso son los predilectos del amor de Dios. Son estos sujetos marginalizados por el sistema los que revelan a la Iglesia la voluntad de Dios.
Cuando la Iglesia quiere vivir en fidelidad la propuesta de Jesús tiene que acercarse a los pobres y encontrar en ellos el rostro verdadero de Dios. Cuando la Iglesia se aleja de los pobres y da la espalda a ellos, entonces ella se encuentra en abierta traición a Dios, a Jesús y a la causa que él asumió para su vida.
¿Los pobres nos evangelizan? ¿Ellos nos revelan el rostro del Padre Dios?
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