Martes 4 de marzo de 2025
TEXTOS
Libro del Eclesiástico 35,1-12
El que observa la ley hace una buena ofrenda, el que guarda los mandamientos ofrece sacrificio de acción de gracias; el que hace favores ofrenda flor de harina, el que da limosna ofrece sacrificio de alabanza. Apartarse del mal es agradable a Dios, apartarse de la injusticia es expiación. No te presentes a Dios con las manos vacías; esto es lo que pide la ley. La ofrenda del justo enriquece el altar, y su aroma llega hasta el Altísimo. El sacrificio del justo es aceptado, su ofrenda memorial no se olvidará. Honra al Señor con generosidad y no seas mezquino en tus ofrendas; cuando ofreces, pon buena cara, y paga de buena gana los diezmos. Da al Altísimo como él te dio: generosamente, según tus posibilidades, porque el Señor sabe pagar y te dará siete veces más. No lo sobornes, porque no lo acepta, no confíes en sacrificios injustos; porque es un Dios justo, que no puede ser parcial.
Salmo 49
"Al que sigue buen camino, le haré ver la salvación de Dios."
"Congregadme a mis fieles, que sellaron mi pacto con un sacrificio." Proclame el cielo su justicia; Dios en persona va a juzgar. R.
"Escucha, pueblo mío, me voy a hablarte; Israel, voy a dar testimonio contra ti; -yo, Dios, tu Dios-. No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí." R.
"Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza, cumple tus votos al Altísimo. El que me ofrece acción de gracias, ése me honra; al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios." R.
Evangelio según San Marcos 10,28-31
En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros."
COMENTARIO
En continuación con la escena del joven rico, viene la intervención de Pedro ante la exigencia de Jesús por el reino. Esta vez se refleja el desconsuelo de los discípulos que lo han entregado todo y ven en la radicalidad de Jesús que no basta lo hecho hasta el momento. No obstante, Jesús trata de dejarles algo claro: si bien, dejar casa, hermana, hermano, padre, madre, hijos y campos es muy importante, es mucho más significativo lo que se esconde tras esas renuncias: el reino de Dios.
Luchar por el reino, asumir la causa de Jesús es algo no muy llamativo hoy día. Por eso, la reflexión de la lectura es a descubrir la profundidad del llamado de Dios a través de esa radicalidad de Jesús.
Vivir la espiritualidad cristiana con esa radicalidad es algo contra corriente con los valores de este mundo, la invitación es a no desfallecer, a no perder el horizonte. El evangelio obliga al discípulo de Jesús a darlo todo: ¡ser o no ser, ésa es la cuestión!
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