Jueves 13 de marzo de 2025
TEXTOS
Libro de Ester 3,6;4,11-12.14-16.23-25
El rey de Persia firmó un decreto, ordenando que todos los judíos fueran exterminados del país por la espada. Al enterarse, todo Israel clamaba con todas sus fuerzas, porque veían que su muerte era inminente. La reina Ester, presa de una angustia mortal, también buscó refugio en el Señor. Luego oró al Señor, Dios de Israel, diciendo: «¡Señor mío, nuestro Rey, Tú eres el Único! Ven a socorrerme, porque estoy sola, no tengo otra ayuda fuera de ti y estoy expuesta al peligro. Yo aprendí desde mi infancia, en mi familia paterna, que tú, Señor, elegiste a Israel entre todos los pueblos, y a nuestros padres entre todos sus antepasados, para que fueran tu herencia eternamente. ¡Y tú has hecho por ellos lo que habías prometido! ¡Acuérdate, Señor, y manifiéstate en el momento de nuestra aflicción! Y a mí, dame valor, Rey de los dioses y Señor de todos los que tienen autoridad. Coloca en mis labios palabras armoniosas cuando me encuentre delante del león, y cámbiale el corazón para que deteste al que nos combate y acabe con él y con sus partidarios. ¡Líbranos de ellos con tu mano y ven a socorrerme, porque estoy sola, y no tengo a nadie fuera de ti, Señor! Tú, que lo conoces todo.»
Salmo 137
"Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor."
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu sndo te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma. R.
Tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. R.
Evangelio según San Mateo 7,7-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden! En resumen: Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas."
COMENTARIO
La oración es la experiencia del encuentro de una persona con Dios. Pero no olvidemos que somos cristianos. Entonces orar es encontrarnos con el Padre que Jesús nos reveló. Y ese Padre es el Dios exclusivamente amoroso revelado por Jesús.
Quien se encuentra con el Padre en la experiencia de la oración experimenta, en concreto, que Dios lo acompaña sin condenas, sin rabias, sin irritación. Pero la oración tiene que producir efectos.
Hemos creído, a lo largo de nuestra vida, que efectos de la oración es: la consecución de riquezas o las intervenciones extraordinarias (más bien mágicas) de Dios. La oración cristiana ha de permitir que en cada creyente aflore la humanidad plenamente. La oración no tiene que volvernos mejores católicos, o mejores religiosos, o mejores adeptos a un credo, no. La oración tiene por cometido volvernos mejores personas.
Un cristiano que ora ha de ser una persona de una ética clara y concreta, donde el amor, la inclusión, el perdón, la reconciliación, el respeto fascinante por la diferencia, la defensa de los pobres, el clamor de la justicia, el cuidado de la creación y la bondad sin límite sean la quintaesencia de su vida.
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