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Liturgia y Espiritualidad: Textos Litúrgicos
Jueves 4 de septiembre de 2025

TEXTOS

Carta de San Pablo a los Colosenses 1,9-14
Hermanos: Desde que nos enteramos de vuestra conducta, no dejamos de rezar a Dios por vosotros y de pedir que consigáis un conocimiento perfecto de su voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual. De esta manera, vuestra conducta será digna del Señor, agradándole en todo; fructificaréis en toda clase de obras buenas y aumentará vuestro conocimiento de Dios. El poder de su gloria os dará fuerza para soportar todo con paciencia y magnanimidad, con alegría, dando gracias al Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.

Salmo 97
"El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad."

El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R.
Tocad la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Seños. R.

Evangelio según San Lucas 5,1-11
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios, estando él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echa las redes para pescar." Simón contestó: "Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes." Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: "Apártate de mí, Señor, que soy un pecador." Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres." Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.


COMENTARIO

La Palabra de Dios que se anuncia y que se escucha a orillas del lago de Genesaret, es el marco sobre el que se desarrolla este relato de pesca abundante y pescadores llamados a ser discípulos. Habían trabajado toda la noche y no habían pescado nada. Pedro escucha y cree en la Palabra de Jesús. Acepta la invitación de navegar lago adentro para echar las redes. Ir lago adentro genera miedo y desconfianza, es preferible la orilla donde hay comodidad y seguridad. La fe de Pedro es compensada con la pesca abundante.

Para no reventar las redes, debe ser una tarea asumida en comunidad. Solos no podemos, unidos lo logramos. Queda claro que bajo el liderazgo de Jesús los frutos serán siempre abundantes. Pedro y los demás compañeros dejan todo, incluyendo el miedo, para seguir a Jesús, ahora como pescadores de hombres y mujeres.

Jesús nos sigue invitando a remar mar adentro, a trabajar en comunidad, a dejar el miedo y a superar todas las tentaciones que nos impiden vivir como sus auténticos seguidores.