Jueves 11 de septiembre de 2025
TEXTOS
Carta de San Pablo a los Colosenses 3,12-17
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Salmo 150
"Todo ser que alienta alabe al Señor."
Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. R.
Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas. R.
Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta alabe al Señor. R.
Evangelio según San Lucas 6,27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros."
COMENTARIO
Una vida sana y armoniosa depende en gran medida de las experiencias profundas que la persona vaya asimilando en su historia. Las experiencias negativas, dicen los psicólogos, producen ansiedad y encaminan a la negación defensiva y a la autodestrucción, cuando no se asimilan. Las positivas, en cambio, generan seguridad y afirman a la persona en el medio en el que se desarrollan.
En el siglo primero, la mayoría de la población experimentaba un rechazo constante de parte de los estamentos sociales mejor posicionados por su riqueza, prestigio y poder. Había una hostilidad social que se notaba en la continua competencia entre los ciudadanos por acceder a los bienes, y por el honor de la propia clase social. Los grupos cristianos se volvieron atractivos porque disolvían las barreras usuales y promovía una solidaridad fraterna de subsistencia. Esto se percibe en la lectura de Colosenses que subraya la triple condición de los cristianos: elegidos de Dios, consagrados y amados. Son notas extraordinarias que motivan al cristiano hacia una experiencia positiva que le compense en plenitud de vida.
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